Hace unas semanas que entregué esta cesta de alfileres aunque, en realidad, sólo entregué los alfileres, puesto que la novia tenía otra idea para la cesta donde repartirlas.
Colocadas en una tarjeta donde explica la historia de por qué se regalan alfileres en las bodas.
Además, también ha querido dejar reflejados tanto su personalidad como sus gustos, incluyendo en los alfileres el tono de sus zapatos de novia; y, además, el de algunos detalles de los arreglos florales.
El resultado: una cesta de alfileres de botón charro en tonos coral, menta, nácar y mostaza. A ver qué os parece...
Desearle desde aquí, y aunque se que no lo leerá, toda la felicidad del mundo mañana, en su gran día. Cada vez que llega el día de "una de mis novias" siento un poquito de melancolía porque, en nuestra relación, aunque muchas veces breve, se crea un vínculo especial por la confianza que depositan en mí; en este caso, hasta el punto de confiarme su secreto mejor guardado.
Felicidades chicos ;)
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